Lo más visto de la televisión mendocina.




Números, cambios, estudios calientes, franjas en el freezer, retornos, salidas, estrellas y estrellados. Ésta es la realidad, puertas adentro, de la televisión; puertas que después abrirán o cerrarán otros, convenientemente, para ventilar lo que rinde y ocultar lo que no. Sí, sí: la televisión es algo así como una suerte de infiernillo mediático en el que muchos eligen quemarse y otros prender el fogón.

Aquí el foco lo pondremos en las pantallas mendocinas que, con sus particularidades, se nutren de la misma dinámica que las nacionales.

¿Qué canal mide mejor? ¿Rindió o no el pase de Ricardo Mur al 7? ¿Por qué desapareció Alejandro Álvarez de la pantalla del 9? ¿A cuántos les gusta “Matinata”, “Las doce” o Gisela Campos? ¿A qué otros les pinta más el conductor colombiano Andrés Noguera, que se sumó a la última edición del noticiero 9? ¿Qué fórmula funciona mejor? ¿Hay fórmulas?




¿Qué pasa con “El mirador de cine? ¿Volverá al 9? ¿Con “Celuloide”: “garpa” en el 7? ¿Vale el riesgo de la producción propia o es mejor apostar al enlatado y mantener los estándares? ¿Habrá coberturas especiales para el Mundial? ¿Cómo planean enfrentar este 2010 nuestros canales?

¿Qué figuras prometen y cuáles no dieron frutos? ¿Hay “figuras” en nuestras pantallas? En fin..., verá que estamos preguntones. Pero como no sólo enlistamos esenciales interrogantes sino que queremos encontrar respuestas, salimos a buscarlas. Allá vamos: bajando por Garibaldi, para luego emprender el largo tramo por el Acceso Norte. Hemos de saciar nuestra curiosidad. ¿Es la misma que la suya? En ese caso, aquí van algunas respuestas.

Los numeritos cantan...

“Más vale una vaca atada que un toro indomable”. O, para el caso de nuestros canales de aire, apostar a comprar latas producidas por otro y sostenerse estable en el tiempo es mejor estrategia de negocio que dejarse llevar por la adrenalina del riesgo que entraña toda empresa desconocida.

Y sí, mire; parece que los números así lo cantan: Canal 9 hace temblar la grilla de rating de Ibope ocupando los 20 primeros lugares. Recién en el puesto 21, aparece tímidamente a insinuarse la programación del 7, con los 17,41 puntos de su “Noticiero 7 Edición Central”. Pero, en verdad, los 35,91 del “Noticiero 9”, que conduce Daniela Galván al mediodía, parecen una topadora imparable.

En vista de estas cifras, nos preguntamos de nuevo: ¿Latas?... ¿Son los programas envasados en Buenos Aires los que mandan, o esa generalización es inexacta y requiere un análisis más complejo?

Si de los dígitos que citamos, en los primeros puestos cuentan programas locales, entonces habrá que hundirse en las profundidades de la grilla para comprender mejor el fenómeno.

El listado de Ibope empieza así: “La favorita” (Canal 9), 40,9 puntos; Noticiero 9 (mediodía), 35,91; “India...” (Canal 9), 31,5; “Botineras”, (Canal 9), 28,64; “Los monólogos de Jorge Sosa” (Canal 9, a las 13), 26,72; “Herencia de amor” (Canal 9), 26,44; y sigue (ver recuadro de pág.2).




¿Y qué cantan los numeritos?

El caso es que en estos primeros puestos hay, sí, enlatados de afuera; que la programación del 9 toma como una suerte de “señal mediadora”. Pero, también, hay dos de sus programas entre los 5 punteros (el noticiero del mediodía y Jorge Sosa). En tanto que, “Alguien que me quiera” es el primer enlatado del 7 que aparece en este conteo y ocupa el 23° lugar (con 16,5 puntos).
Mientras, el noticiero de las 21 de la misma señal, le gana a esa novela con 17,41 puntos.

Punto aparte: esta semana acaban de sumarse a la grilla de la emisora del Acceso Norte dos de los tanquecitos porteños: “Para vestir santos” y “Malparida”; en breve, se viene “Showmatch”.

Es verdad que las latas rinden, pero no todas. Hay que saber elegirlas: puede que así se explique que el culebrón “La favorita” ocupe el top de la grilla con 40,9 puntos (hablamos de la franja horaria del mediodía que, en Mendoza mide con más fuerza que la nocturna).

Si algunos programas locales logran los primeros puestos de audiencia, junto a las latas del mismo canal, puede que sea por la pericia de sus programadores para mantener estable el “encendido” de la señal (a juzgar por las cifras, el victorioso en este sentido es el 9).

¿Repetir o no repetir? ¿Ésa es la cuestión?

Última hipótesis. Es cierto que los números sindican al 7 como derrotado, respecto de las abrumadoras cifras que ostentan los programas del 9. Pero también lo es que esta señal arriesga y busca el encuentro con una pantalla regional, menos dependiente de los contenidos de “afuera” y más centrada en las problemáticas e intereses locales (aunque aún no encuentre el lenguaje, ni la calidad apropiados).

El 9, en cambio, desoye otros asuntos que no sean la información “dura” del noticiero: cultura y espectáculos, salud, moda y el resto de los tópicos que, en esa pantalla, están sólo expresados a través de la mirada porteña (salvo “De todo corazón” y las esporádicas apariciones de “El mirador de cine”).

El jefe de programación del 7, Marcelo Moreno, nos reafirma este concepto: “No niego los números, pero ni los miro ni los uso como medición. A mí me sirve más la cantidad de llamados que recibimos en el canal cuando cambio el horario de una novela, por ejemplo. Yo creo que, poco a poco, estamos mejorando. Nuestro objetivo es apoyar a la producción local y, si nos equivocamos, ir buscando el formato, el horario, el día de emisión precisos. Esta idea de producción local marca una diferencia. Es más fácil ser una repetidora, bajar una palanca y levantar otra señal. Pero nosotros estamos en una búsqueda más regional, con algunos productos como el de Marcelo Ortiz (se refiere a “Las doce”)”.

Ahora el director periodístico del 9, Fernando Hidalgo, se respalda, al contrario, en los números que son ampliamente favorables: “Estamos muy conformes con los resultados del año. Las cifras marcan que la gente nos sigue eligiendo. Nosotros trabajamos periodísticamente para volcar en nuestros noticieros lo que el mendocino promedio necesita en materia informativa. Estamos comprometidos con el mendocino, que nos elige en cada segmento”.

Garrón con papas fritas, y ¡good show!


Y sí, “la gran Mur” todavía no funcionó en términos de rating. De nuevo salta a la vista el asunto del poder de encendido del 9. Es que en Mendoza estamos a años-luz de concebir una auténtica “estrella mediática”, como bien saben fraguarla en Buenos Aires; quizás ni siquiera lo pretendamos, es otra opción.

Pero si una “figura mediática” es lo que se busca, primero hay que crearla, alimentarla a fuerza de marketing, enseñarle a hacer cabriolas excesivas o sorprendentes (más arriesgadas que una frase de ocasión, a lo “tanda de madrugadores”), después lanzarla al ruedo para que se pruebe y recién ahí empezar a testear.

Lo cierto es que, a juzgar por las cifras, el 7 no consiguió los efectos esperados con el “pase” del conductor pues ese segmento de la primera mañana, según Ibope, instala a Mur por debajo del noticiero que conduce Cecilia Ranua (ahora con Mario Rudick, que vino a remplazar a Alejandro Álvarez): 6,77 puntos contra los 17,48 de la morocha.

Pero hay otro dato adicional: ¿se acuerda cuando Marcelo Ortiz estaba al aire, en ese horario, con “Despierta Mendoza”? (una propuesta menos ostentosa en términos de producción). Pues según las mediciones, el hombre que ahora lleva las riendas de una tribuna femenina, medía 10 puntos (tal como lo publicó Los Andes el 28 de diciembre de 2008).