Sí: Ricardo Mur va a Canal 7.

Las tandas de madrugadores cambian de pantalla. El periodista y conductor mendocino juega al misterio pero confirma los rumores y en esta entrevista, además, repasa su trayectoria.






Le gusta hacerse el misterioso, jugar, bromear aún con el gesto adusto. Pero ya está confirmado: Ricardo Mur va a la pantalla del Canal 7 en lo que es, sin duda, el pase televisivo del año para Mendoza.

Cuando lo vamos a visitar a su casa, en Godoy Cruz, Mur vive su primera mañana ya fuera de Canal 9. Se lo ve relajado y tranquilo. Riega el pasto bajo el sol de un viernes que se avecina caluroso y mientras su perro Rocco le mordisquea las Topper pidiendo jugar, él se queja: "no sabés lo dañino que es". Está un ámbito cotidiano y parece ajeno a lo que los seguidores de los noticieros se preguntan con curiosidad. Así que entramos a su casa, nos sentamos en sus sillones y pedimos su respuesta:

-¿Te vamos a ver a partir de muy pronto en la pantalla de Canal 7?

- (Sonrisa pícara) La oferta del 7 está. Cuando se enteraron de mi salida de Canal 9 inmediatamente comenzaron a contactarse conmigo. Está (risa contenida).

- Parece que insistís con la cautela, la misma que tuviste para salir de la pantalla del 9, con perfil bajo...

-Sí... Yo pretendía que mi alejamiento del 9 después de 25 años pasara lo más desapercibido posible. Pero nunca creí que fuera a despertar tanta expectativa y tanto ruido.

- ¿Lo hiciste así porque tuviste miedo de ponerte a llorar en cámara?

-Tenía miedo de que, como dice el tango, se me piantara un lagrimón.

- Hagamos memoria, ¿cómo empezó a modelarse el Mur periodista?

-Comencé con esta profesión cuando empecé a cursar en la vieja Escuela Superior de Periodismo. Cursé hasta cuarto año y en la época del golpe militar se cerró la escuela y tuve que dedicarme a hacer cosas ajenas al periodismo. Fui empleado de comercio, empleado en un estudio jurídico, vendiendo cosas por la calle... Tenía que solventar mis gastos teniendo en cuenta que yo vivía acá pero no soy de Capital, soy de La Consulta. Allí tengo mis afectos todavía.